Stephen Covey: Hábitos y principios para un entorno desafiante
El legado del Dr. Covey abarca varios frentes. En primer lugar está su impacto como autor de importantes libros, incluyendo el «bestseller» internacional “Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva”, libro que ha vendido más de 20 millones de copias en 38 idiomas alrededor del mundo y es considerado como el libro de negocios y liderazgo más incluyente del siglo XX; y de otros «bestsellers» como “Primero lo Primero: Liderazgo Basado en Principios”, “Los Siete Hábitos de las Familias Altamente Efectivas” y “El Octavo Hábito: De la Efectividad a la Grandeza”, libro este último que estuvo en los primeros lugares de varias listas de «bestsellers«, incluyendo las del New York Times, Wall Street Journal, USA Today Money, Business Week, Amazon y Barnes & Noble.
En segundo lugar su legado abarca el impacto directo en las personas y las organizaciones a través de FranklinCovey, la firma líder de servicios profesionales globales con oficinas en más de cien países y de la que es co-fundador y vicepresidente. La visión del Dr. Covey de empoderar a las organizaciones para implementar en sus culturas un liderazgo «centrado en los principios» continua siendo parte importante del enfoque de FranklinCovey y través de esta firma ha podido impactar, inspirar, elevar y suministrar herramientas para el cambio y el crecimiento a cientos de miles individuos y organizaciones a través de todo el mundo. Su tercer legado es como conferencista, tocando a cientos de miles de personas a cada año y compartiendo su visión de cómo alcanzar la grandeza…
G – Hoy día los gerentes enfrentan muchos desafíos. Usualmente estos desafíos tienden a fluctuar entre mantener el negocio a flote y mantener motivada a la fuerza laboral. En su opinión, ¿cuáles son las mayores amenazas que enfrentan los gerentes en el actual entorno de negocios?
SC – Hay varios desafíos en los negocios. Uno es la rápida velocidad del cambio. Lo que era exitoso ayer puede no serlo hoy o mañana. Es vital tener un proceso para examinar consistentemente nuestros paradigmas para sobrevivir y tener éxito en el mundo actual. Cada día trae consigo un nuevo desafío que exige una respuesta a su misma altura. Cuando la respuesta está a la altura del desafío, usted tiene éxito. El problema es que cuando surge un desafío nuevo y diferente, tendemos a valernos de patrones, procesos y prácticas que nos resultaron exitosos en el pasado y que a veces no funcionan. Citando a Arnold Toynbee, uno de los más grandes historiadores de nuestro tiempo: “Nada fracasa tanto como el éxito.”
Debemos estar dispuestos a aprender y expandir continuamente nuestros conocimientos, habilidades y entendimiento, de lo contrario nos volveremos obsoletos en nuestro rápidamente cambiante mundo. Debemos ser proactivos en la búsqueda de este tipo de crecimiento leyendo publicaciones de nuestra industria o profesión, pero también expandiendo nuestra zona de confort y mente leyendo acerca de temas fuera de nuestra propia área o disciplina. Debemos aprovechar las oportunidades de capacitación y de educación formal o informal. Andaremos dando traspiés si no nos vemos como seres humanos con un enorme potencial. Debemos abordar el aprendizaje y la renovación desde las cuatro partes de nuestra naturaleza: cuerpo, mente, corazón y espíritu. No podemos descuidar ninguna de estas partes si esperamos alcanzar el equilibrio y realizar grandes avances.
Otro desafío es el de reorientar nuestros modelos de negocio desde la Era Industrial, donde las personas eran vistas como objetos para ser controlados, hacia la Era del Trabajador del Conocimiento, en la cual las personas son vistas como nuestros más grandes activos. La realidad es que es vital desarrollar e invertir en nuestra gente para que podamos conectarnos a su potencial para encontrar nuevas y mejores soluciones para nuevos y siempre cambiantes desafíos y problemas.
G – ¿Existe un vínculo directo entre el liderazgo exitoso y el desarrollo de un conjunto de hábitos correctos?
SC- Sí. Los hábitos son patrones de conducta compuestos por tres componentes que se superponen: conocimiento, deseo y habilidad. Debido a que estos son aprendidos en vez de heredados, nuestros hábitos son parte de nuestra “segunda naturaleza”, no de nuestra “primera naturaleza”. En otras palabras, nosotros no somos nuestros hábitos actuales; los hábitos pueden ser aprendidos y desaprendidos. Los líderes y personas exitosos construyen hábitos de efectividad en sus vidas y se subordinan a los principios que los ayudarán a alcanzar sus metas.
Yo pienso que lo más difícil es reorientar nuestro paradigma – esto conlleva un sentido de humildad, auto conciencia y deseo genuino de cambiar. Tendemos a seguir con lo que nos hace sentir cómodos y se nos hace difícil extender nuestra zona de confort.
G – Muchos de sus escritos y la esencia de su libro “El 8° Hábito” se basan en ayudar a las personas a encontrar su propia voz. ¿Cómo podemos realmente inspirar a las personas a encontrar su propia voz?
SC- Todo comienza con reconocer a la gente como personas enteras. Este paradigma reconoce y respeta las cuatro partes de la naturaleza humana: cuerpo, mente, corazón y espíritu. Dentro de estas cuatro partes hay cuatro inteligencias que recibimos como dones cuando nacemos: física (coeficiente físico), intelectual (coeficiente intelectual), emocional (coeficiente emocional) y espiritual (coeficiente espiritual). Otro don que nos dieron al nacer es el libre albedrío o libertad para escoger independientemente de las circunstancias, situaciones o de lo que alguien pueda hacernos.
La esencia de ser humano es la capacidad de dirigir nuestra propia vida, de ser proactivo aún cuando las circunstancias son limitadas. Dentro de este paradigma, nuestro trabajo es el de empoderar a otros para que descubran esos dones con los cuales nacieron y comprendan su poder en la creación de su significación personal o voz únicas. La voz se encuentra en el nexo del talento (sus dones o talentos), la pasión (lo que lo motiva a usted), la conciencia (esa pequeña voz dentro de usted que le asegura qué es lo correcto y lo insta a hacerlo) y la necesidad (una necesidad en el mundo que usted puede llenar y por la cual le pagarán para que usted pueda vivir).
Por lo tanto ayudamos a las personas a encontrar su voz haciendo lo siguiente:
• Modelando (conciencia): ponga un buen ejemplo, sea un modelo y enseñe a través del ejemplo.
• Guiando (visión): invite a las personas a co-dirigir y determinar conjuntamente el curso y la dirección.
• Alineando (disciplina): establezca sistemas, estructuras, procesos que estén alineados a la visión para mantenerse en la ruta.
• Empoderando (pasión): enfóquese en los resultados, no en los métodos, y permita a las personas la auto dirección y autonomía para hacer el trabajo.
Estos cuatro roles deben ser asumidos por todas las personas en sus responsabilidades, papeles o posiciones propios. Estos crean una vía para que las personas aumenten su potencial, influencia, y capacidad individual y organizacional. Seguir este patrón de forma unida en todas las áreas de la organización crea una voz, un propósito y un significado organizacionales.
G – ¿Cómo aplica el “8° Hábito” para los líderes en el mundo corporativo?
El verdadero liderazgo consiste en ayudar a las personas a hacer realidad su voz. Yo defino al liderazgo como la comunicación de la valía y el potencial de las personas con tanta claridad que ellas llegan a verlo dentro de sí mismas. Como dije anteriormente, los líderes tienen cuatro roles (Modelar, Guiar, Alinear y Empoderar) que también son las cualidades para el liderazgo personal. Al cumplir estos cuatro roles los líderes pueden implementar el 8° hábito en sus organizaciones para dar voz a su gente y también crear una voz organizacional. Ser modelo es muy importante porque crea autoridad moral más que solamente autoridad formal. Cuando la autoridad moral se aplica consistentemente, usted construye una cultura de confianza y las personas se ofrecen como voluntarias para la misión y el trabajo de la organización.
G – En su libro “El 8° Hábito” usted habla acerca de identificar la pasión de cada uno, y luego utilizarla para hacer una diferencia en el mundo. ¿Cómo cree usted que ha hecho una diferencia en su campo?
SC – Creo que he ayudado a recordar a las personas la idea de principios universales, atemporales y evidentes, y cómo ellas pueden aplicar estos principios para mejorar sus vidas, familias, organizaciones, sociedades y naciones. He estudiado las filosofías, tradiciones y religiones grandes y perdurables del mundo, y he alentado a las personas a buscar en su propio legado de principios universales y a aplicarlos en sus situaciones. Yo no reclamo estos principios como míos. No fueron de mi invención. Lo que hice fue reunirlos en una estructura llamada 7 hábitos, los cuales, cuando se usan consistente y secuencialmente, podrían cambiar y sostener la vida de las personas en el hogar, el lugar de trabajo y en sus comunidades. Siempre estaré humildemente agradecido por la oportunidad que sigo teniendo de hacer una diferencia. Aliento a otros a pensar acerca de su pasión, su voz, y a encontrar formas (grandes o pequeñas) para hacer la diferencia.
G- ¿Cómo se diferencia la línea de pensamiento de Stephen Covey de la de los demás gurús de negocios?
La pregunta asume que yo estoy en competencia con ellos. Yo siento que nuestros trabajos se complementan unos con otros. Mientras más pensamos, aprendemos, practicamos y enseñamos, más contribuimos a expandir el conocimiento acerca del liderazgo y de la gestión. Ninguna persona tiene todas las respuestas – es necesario estar abiertos a la búsqueda del entendimiento, el aprendizaje y el conocimiento, y para aprender los unos de los otros. No es una competencia, es más bien un esfuerzo sinérgico en el cual las ideas se suman para crear ideas o alternativas aún mejores.
Creo que hay muchos otros que están contribuyendo a nuestra cada vez mayor concienciación y comprensión, y hay muchos otros más por venir que añadirán a los trabajos del presente y del pasado. En conjunto, mis estimados colegas y yo hemos ganado más terreno. La marea cuando sube, eleva a todos los barcos.
G – ¿Cuáles son algunas cosas que usted ha aprendido a través de los años?
SC – A través de mis muchos viajes alrededor del mundo y de las oportunidades de enseñanza, he expandido y profundizado mi conciencia de cómo ha cambiado el mundo y me sigue asombrando la velocidad del cambio. También he profundizado mi comprensión, tanto personal como profesionalmente, de los sufrimientos universales que compartimos y cómo los principios son la respuesta o solución perdurable para todo el dolor que enfrentamos y seguiremos enfrentando. He conocido a miles de personas, desde jefes de estado y CEOs a padres y maestros, y he aprendido mucho de ellos en su búsqueda de una vida centrada en los principios. En todos los rincones del mundo he conocido innumerables historias en las que los principios encarnados en los 7 hábitos han sido valientemente aplicados por individuos y organizaciones para cambiar al mundo a mejor. Continúo expandiendo mi apreciación por el poder de los principios y su universalidad.