Factoraje: Una fuente de financiamiento que crece con las ventas
Durante los últimos 40 años, la industria del Factoraje mundial ha sido esencial en el crecimiento del comercio global tanto doméstico como internacional. En muchos países desarrollados, y otros en vía de desarrollo, proveedores y exportadores han encontrado en este instrumento un modo de financiar sus industrias en rápido crecimiento.
Aunque el Factoraje se originó en sectores específicos como el comercio de ropa y telas, actualmente se ha desarrollado en muchos otros. El Factoraje ha visto una evolución geográfica igualmente rápida; esto, combinado con su uso en el creciente comercio internacional, ha hecho del Factoraje un instrumento muy importante en el panorama actual de los negocios.
El Factoraje es atractivo para pequeñas y medianas empresas, en particular durante los períodos de crecimiento rápido, porque el flujo de efectivo es conservado y el riesgo minimizado. Sin embargo, organizaciones más grandes también pueden usar servicios de Factoraje como un instrumento práctico para proporcionar el activo circulante adicional necesario para financiar su comercio doméstico e internacional.
El Factoraje es un mecanismo de financiamiento a corto plazo por medio del cual las personas o empresas le confían a una organización especializada, empresa de factoraje, la gestión de las deudas a su favor y de esta forma recuperan anticipadamente sus cuentas por cobrar, solucionando sus necesidades inmediatas de efectivo. Las compañías de factoraje pueden ser parte de una institución bancaria o haber sido creadas con este fin específico. Dentro de las deudas a su favor o cuentas por cobrar se pueden encontrar facturas, cheques posdatados, cheques de pago diferido, órdenes de pago y cupones de tarjeta de crédito, entre otros.
Dentro de la gama de servicios que comprende la actividad del factoraje encontramos: gestión de cobranza y administración de las deudas, seguimiento a deudores con pagos pendientes, asesoría financiera de financiamiento, referencia de comportamiento de pago de empresas, anticipo de fondos y la recopilación de información estadística. El factoraje puede ser utilizado por empresas de actividad temporal, en expansión y que trabajan acordando plazos, empresas grandes y estables que en un momento determinado desean mejorar sus indicadores financieros y por empresas industriales o comerciales que por la naturaleza de sus operaciones cotidianas venden y/o pagan a crédito sus operaciones mercantiles.
Uno de los mayores atractivos del factoraje es que puede proporcionar un financiamiento que crece junto con las ventas para las empresas en rápida expansión. Para poder entender mejor este punto, recordemos que el ciclo de efectivo de una empresa típica manufacturera viene dado por los días de inventario mas los días de cuentas por cobrar menos los días de cuentas por pagar. La importancia del ciclo de efectivo radica en su estrecha relación con las necesidades de capital de trabajo operativo. Una sencilla forma de aproximar el capital de trabajo es multiplicar el ciclo de efectivo por el costo diario de ventas (el costo de ventas anual dividido por 365). Así, una empresa que tenga un periodo de inventario de 45 días, un periodo de cobro de 60 días, y un periodo de pago de 30 días, tiene un ciclo de efectivo de 75 días. Si su costo diario de ventas es de 1 mil dólares, entonces sus necesidades de capital de trabajo operativo son de aproximadamente 75 mil dólares (este cálculo en realidad subestima las necesidades de financiamiento, pues no toma en cuenta el hecho que las cuentas por cobrar se registran con un margen de utilidad sobre el costo de ventas.) El dinero se requiere para soportar las operaciones de la empresa mientras recibe el pago de sus clientes, y debe ser obtenido de fuentes externas de financiamiento (accionistas o bancos.)
Lo que le sucede a una empresa en rápida expansión es que, aún si mantiene los mismos niveles de eficiencia en la administración de sus inventarios, cuentas por cobrar y cuentas por pagar, a medida que sus ventas crecen también lo hacen sus necesidades de capital de trabajo operativo. Retomando el ejemplo anterior, si el crecimiento en ventas provoca que el costo de ventas diario pase de 1 mil dólares a 1,500 dólares, entonces el mismo ciclo de efectivo de 75 días provoca que sus necesidades financieras se incrementen a 112,500 dólares. Por eso es que aún teniendo capacidad de producción o almacenamiento ocioso, el crecimiento en ventas tiende a demandar mayores niveles de financiamiento.
Lo que hace el factoraje es reducir el ciclo de efectivo, al reducir el periodo de cobro sin afectar los días de crédito que se le otorgan al cliente. Por consiguiente, con un menor ciclo de efectivo la empresa puede crecer más con el mismo monto de financiamiento. Más aún, como el crecimiento en ventas viene amparado por una mayor generación de cuentas por cobrar, siempre que la calidad de las mismas no se deteriore el financiamiento proveniente del factoraje crecerá a ritmos similares a los de las ventas, de forma natural.