Innovación y creatividad: Beneficios y accesibilidad para la pequeña empresa
Empecemos por definir “innovación” ya que para muchos existe una correlación directa y a veces un tanto confusa con creatividad o invención. Solo para clarificar conceptos, aunque están relacionados, la diferencia estriba en que la innovación, en el mundo empresarial equivale a la capacidad de convertir la creatividad e invención en un modelo de negocio de rendimiento para la empresa, es decir, de reconducir las nuevas aplicaciones en beneficios. En muchas ocasiones pueden ser simplemente pequeñas mejoras que impliquen un mejor rendimiento, ya sea en los procesos de producción, entrega del producto/servicio o de uso para el cliente. (Recordemos el impacto del envase de miel o leche condensada que permitió eliminar residuos y pérdidas en el uso de esos productos, o la aparición de maquinillas de afeitar de más de una hoja, que dio lugar a mejores rasurados y reducción de irritaciones). En la parte extrema de innovación encontramos, efectivamente, grandes cambios en la forma de resolver necesidades, donde el descubrimiento del genoma humano, o la aparición de la telefonía móvil ha dado lugar a cambios radicales en la evolución de productos y servicios.
Como vemos, en el mundo empresarial la innovación afectará, en el caso empresarial a la Cadena de Valor de la empresa, modificando aspectos que finalmente van a repercutir en el valor percibido por el cliente. De nada sirve creatividad o invención, si ello no es aplicable al valor percibido por el cliente y la capacidad de competir en la industria.
Pero la innovación no es una opción, es una necesidad para sobrevivir y prosperar en un entorno cada día más competitivo y global, donde la velocidad de aparición de nuevas soluciones a los problemas cotidianos se incrementa día a día. Nuevas tecnologías de producción, de comunicaciones, energías alternativas, envasados, componentes básicos, redes sociales, tendencias sociales, etc. nos ofrecen nuevas oportunidades para modificar nuestro valor en la oferta y, con ello, competir de forma más adecuada.
Las implicaciones van más allá de los beneficios generados, aunque estos son esenciales para la supervivencia. Empresas como 3M o Gillette tienen claras prioridades en las estrategias innovadoras, manejando los ciclos de vida de sus productos para mantenerse a la cabeza de sus sectores objetivo, en el caso de 3M más del 30% de sus ventas se realizan en productos desarrollados en los últimos cuatro años, y más del 10% en los que se generaron el último año, Gillette por su parte, dispone de un proceso de I+D muy sofisticado que le permite identificar las nuevas formas de resolver necesidades aplicando creatividad y nuevas tecnologías a sus gamas de productos (Gillette, Oral B, Duracell) y determinando cuando es preciso renovar los mismos, sin esperar a las acciones de la competencia (pero estando preparado para reaccionar a las mismas). Para otras empresas, la innovación puede dar lugar a abordar mercados donde ni siquiera actuaban con anterioridad, y desplazar de los mismos a líderes consolidados en los mismos, como sucedió con Amazon en la distribución de libros, Apple en el mundo de la telefonía, o ING en su rápida penetración en el mundo bancario español.
Vamos a identificar algunos de los beneficios para la empresa:
En primer lugar, como ya hemos mencionado, se incrementan los beneficios derivados de mejoras en el valor ofrecido al cliente, las cuales pueden afectar a cualquiera de los elementos del MIX de Marketing y mejorar con ello la atracción de nuevos clientes.
También se beneficia el posicionamiento de la empresa, mejorando las percepciones de sus clientes objetivos hacia la innovación de la misma. Los ingresos deben aumentar, no sólo por la atracción adicional de clientes, también por el premium-price derivado del ciclo de vida de los productos, donde la innovación tiene presencia.
Y, no menos importante, también empleados y resto de stakeholders se benefician emocionalmente de la estrategia innovadora y capacidad de competir de la empresa premiándola por ello. (Motivación, preferencias, inversiones, etc.).
Pero ¿Cómo podemos mejorar, de forma práctica, nuestras habilidades de innovación?
Si bien existen múltiples sistemas y metodologías que nos permiten aprender técnicas para reglar procesos de innovación, algunas muy elaboradas y bien estructuradas como el “Pensamiento Lateral” de Edwuard Bono, o “TRIZ (Teoría de resolución inventiva de problemas) de Genrich Altshuller”, hay algunas oportunidades que, de forma sencilla pueden aportarnos muy buenos y rápidos resultados, veamos algunas de ellas.
Desde dentro de la propia empresa Nuestros colaboradores, en todas las funciones, son conocedores profundos de los procesos que realizan y, en ocasiones, como resultado de la observación y el feedback de sus relaciones (con clientes, proveedores, otras funciones etc.) descubren nuevas formas o ideas de mejora, tanto en los productos como en los procesos. Desafortunadamente, no son muchas las empresas que apoyan el descubrimiento de esas valiosas contribuciones.
Desde el entorno próximo (Clientes, proveedores, distribuidores, etc.) Todos ellos colaboran en la solución aportada o son usuarios de la misma, también ellos tienen ideas de cómo podrían mejorarse nuestros productos o servicios (inconvenientes actuales, ideas de otros productos o usos aplicadas a nuestro producto/servicio, nuevas tecnologías sustitutivas o complementarias, etc.). Como en el proceso anterior, es necesario diseñar un proceso fácil y creativo de análisis, recogida y uso de esas ideas cercanas, pero que en muchos casos no pueden siquiera comunicarse a las empresas. Con la creciente existencia de BLOGS y FOROS agrupando a especialistas y comunidades de usuarios afines a marcas, productos o servicios, es fácil encontrar ideas de mejora que se sugieren en las miles de interacciones que se realizan día a día.
Analizando la evolución del sector propio La competencia siempre ha sido una excelente fuente de ideas. El seguimiento de la misma, evaluando impactos positivos y negativos, a nivel global, en el propio sector, puede proporcionarnos valiosas ideas que sean aplicables a nuestra empresa y que estén probándose o implantándose en otros competidores o geografías. También este análisis exige de un proceso normalizado de recogida periódica de datos y de análisis metodológico de los descubrimientos.
No siempre los más grandes son los más innovadores, esto se debe a que la complejidad para aplicar nuevas ideas de forma rápida podría resultar más complejo al aumentar el tamaño de la empresa.
Analizando la evolución de otros sectores de actividad En el pasado, las empresas se limitaban a analizar de cerca las acciones de la competencia más inmediata, pero el mundo globalizado y las estrategias que han resultado oportunas y de éxito a nivel cross-sectorial han demostrado que debemos ampliar nuestros análisis. Así pues el modelo de distribución de Inditex y que ha dado lugar al éxito de la marca y su capacidad innovadora dentro del mundo de la moda, puede ser hoy aplicado a otros sectores como podría ser la prensa u hostelería, o la eficiente personalización individualizada de AMAZON en el mundo de ventas por Internet podría ser de gran interés en los portales Financieros, aún hoy, en su mayoría despersonalizados.
La innovación no es nada milagroso, que sucede fortuitamente en el momento que es necesario, es fruto de un proceso decidido y regulado por la propia empresa, creando un clima y habilidades adecuadas para que suceda. Aquí les incluyo algunas de las bases donde sustentar un buen clima para la generación de nuevas ideas, no dude que será una excelente inversión de futuro, pero que mejorará la productividad también en el presente ya que muchas de ellas afectarán a su quehacer diario.
Deje claro el apoyo desde la Dirección General, incluso integrando en la misión-visión de la empresa vocación de innovación. Asuma la posibilidad de cometer errores en el proceso de innovación, tome riesgos, ya que en todo proceso de innovación existe posibilidad de error. Implante una cultura abierta y participativa, con poca burocracia que permita la generación y expresión de sus profesionales. Cree los procesos, canales y medios para que las ideas puedan generarse fluidamente y escalarse para la toma de decisiones.
Estimule los procesos de creatividad a través de sesiones de reflexión, analizando otros modelos de éxito en el sector e incluso fuera de él, invitando a ponentes que hayan conseguido innovar en el mercado. Asegure el reconocimiento a las contribuciones aportadas.
“Lo importante es nunca dejar de hacerse preguntas”.
Albert Einstei.