Las 5 capacidades claves del KCRM de la venta consultiva
Como ya dijimos en los tres artículos anteriores de esta serie publicados en GESTION1, si usted hoy -como directivo o ejecutivo comercial- quiere incrementar sustancialmente sus resultados de venta, debe conocer, definir, establecer y desarrollar la fórmula: R=3E+5C donde “R” representa los Resultados, “3E” representa las 3 Estrategias Claves de venta y “5C” representa las 5 Competencias que debe conocer y saber desarrollar el key customer relationship manager (KCRM), entendiendo como competencias los conocimientos y las habilidades necesarias para gestionar y optimizar sus relaciones con el equipo de compras del cliente.
En mis tres últimos artículos desarrollé cada una de las 3 Estrategias Claves “3E” para mejorar sus ventas. Es el momento ahora de saber cómo definir y desarrollar las 5 Competencias Claves o de Oro, “5C” de la fórmula mencionada antes.
La primera competencia clave
Conozca y ajuste los ciclos del comprador y del vendedor.
Lo primero que procede explicar es en qué consiste un ciclo de venta.
Básicamente, el ciclo de venta se compone de cuatro fases:
- Análisis de las necesidades del cliente potencial.
- Presentación y demostración de la solución a medida de las necesidades analizadas y aceptadas por el comprador.
- Negociación de la propuesta de la solución presentada por el vendedor.
- Cierre con la solicitud del pedido o en la aceptación y firma de la propuesta por el comprador.
En la medida que el comprador vaya reconociendo haber cubierto con satisfacción una determinada fase, el vendedor lo confirmará y pasará a desarrollar la siguiente fase e irá obteniendo mayor probabilidad de éxito en conseguir la venta.
El eje vertical representa el nivel de preocupación o interés del comprador sobre determinados factores. El horizontal representa el factor tiempo.
Los 4 factores de interés o incertidumbre y su grado de sensibilidad hacia ellos por parte del comprador son:
- Riesgo.
- Costo.
- Necesidad.
- Solución.
En la fase de análisis de la necesidad, el comprador se encuentra altamente sensibilizado con la necesidad de resolver su problema y el costo que supone el resolverlo. Denota baja sensibilización a la solución que puede resolver el problema ya que, entre otras cosas, todavía no ha tenido la oportunidad de conocerla y evaluarla, y al riesgo de tomar la decisión de adquirir la solución que en esta fase prácticamente ni se lo plantea.
En la fase de presentación de la solución a medida de las necesidades descubiertas en la fase anterior, el comprador muestra alta sensibilidad a la solución, su curva de sensibilización a la necesidad decrece moderadamente, que es justo lo contrario que ocurre con la curva riesgo, mientras que la de costo decrece de forma pronunciada.
En las fases de negociación y cierre, las curvas de riesgo y costo reciben el mayor interés por parte del comprador por la incertidumbre, preocupación y estrés que suponen para él, mientras que la necesidad y la solución han perdido su interés.
Es vital que el vendedor actúe y sea consecuente con lo que representan en los ciclos de venta y de compra cada curva de sensibilidad percibida por el comprador hacia los factores de riesgo, costo, necesidad y solución para llevar a buen término el proceso de venta.
La segunda competencia clave
Decía el filósofo español Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia”, lo que básicamente significa que las preferencias de cada uno al relacionarse con los demás son únicas e irrepetibles y están condicionadas por nuestra genética y nuestro entorno histórico familiar, formativo, empresarial, etcétera. Así que lo primero que voy a proponerle es que conozca su perfil de preferencias sociales al relacionarse con los demás.
Luego, al final del cuadro (en la fila de Totales), sume el número de X escritas en cada columna y escriba el resultado en los recuadros en blanco que quedan respectivamente a la derecha de Total A =, Total B =, Total C = y Total D =.
Observe ahora las cifras más altas y menos altas obtenidas en los recuadros Total A, Total B, Total C y Total D.
Las puntuaciones más altas representan sus preferencias en la forma de vender, influenciar, comunicarse o relacionarse con los demás; es decir, su inteligencia relacional o social.
La TERCERA competencia clave
Optimice su habilidad para saber desarrollar con éxito el rapport como vendedor.
Podemos definir rapport como la habilidad de compenetración que un vendedor es capaz de desarrollar al tratar de descubrir los problemas, necesidades y expectativas de un determinado comprador. El rapport refleja un estado de “intimidad” entre dos personas -en nuestro caso el vendedor y el comprador- que se caracteriza, tal como indica Daniel Goleman en su último libro sobre liderazgo, por tres ingredientes:
- Atención absoluta entre ambos interlocutores.
- Positividad.
- Sincronía no verbal.
Goleman llama a esta situación el momento humano.
Llevando lo dicho a la praxis de la venta podemos traducirlo en dos aspectos fundamentales: la escucha activa y el arte de saber hacer preguntas.
Lo que supone que usted debe:
- Planificar y preparar la entrevista de venta. Como dice un antiguo proverbio, “prepara tu cerebro antes que la boca”.
- Saber hacer preguntas abiertas sobre la situación del comprador y su empresa, incidiendo en aquellos aspectos que el comprador perciba como sus problemas, áreas de mejora o nuevas expectativas de negocio. En dos palabras: sus necesidades.
- Escuchar con atención y aclarar inmediatamente cualquier duda, concentrándose en lo que el comprador está diciendo y no en lo que usted como vendedor está pensando decir a continuación.
- Ser percibido como alguien que presta atención a lo que el comprador está diciendo y que reconoce la información sobre la marcha diciendo: “de acuerdo…, perfecto…, le entiendo”.
- Aumentar su capacidad de memoria tomando buena nota, si es necesario escrita, especialmente de los puntos clave.
- Finalice el rapport resumiendo los problemas, necesidades y expectativas manifestados por el comprador y consensuados con usted en la conversación de venta, utilizando la jerga propia del sector industrial, palabras y expresiones del comprador.
Resumiendo todos los puntos anteriores: practique la empatía positiva.
Para finalizar, y no dejar en el tintero el tercer punto mencionado sobre el buen rapport según Goleman referido a la “sincronía no verbal”, indicarle que nunca olvide adaptar su imagen a las preferencias de sus compradores. Tres consejos para ello:
- Adapte sus palabras: representan el 7% de su imagen proyectada.
- Adapte su música, su entonación al hablar: representa el 38% de su imagen proyectada.
- Adapte su danza, su “sincronía no verbal”: representa el 55% de su imagen proyectada.
La cuarta competencia clave
Optimice su habilidad para saber gestionar el trámite de la negociación y cierre de la venta.
La negociación y el cierre de la venta debe ser solo un trámite. ¿Por qué digo esto? Porque el KCRM no debe cometer el grave error de considerar la negociación y el cierre como toda la venta.
¡Primero venda y después negocie! Esto significa que si el KCRM ha planificado y desarrollado correctamente con el “ritmo y tiempo” que marque cada comprador tutelado por el vendedor todas y cada una de las fases del proceso de la venta previas en la fórmula R = 3E + 5C, la negociación y el cierre no deben complicarse, sino que, al contrario, deberían convertirse en un trámite sencillo asumido por el comprador y el vendedor.
Si el vendedor no dirige y da la importancia que requiere la gestión del tiempo en el ciclo de venta, el comprador tomará el liderazgo y minimizará la dedicación en tiempo de las fases previas al cierre con el consiguiente perjuicio para el vendedor. Este verá que surgen todas las preguntas, objeciones y preocupaciones al final del ciclo, complicándose extraordinariamente el cierre y, lo que es todavía peor, obligándolo a rectificar y volver a empezar de nuevo, tarde y mal, con el desarrollo de todas las fases del ciclo de venta, poniendo en entredicho su profesionalidad.
El arte de la negociación y el cierre de la venta
¿Sabe usted quiénes son los mejores negociadores? ¡Los niños! ¿Y por qué? Pues fíjese lo que dicen los estudiosos sobre los ingredientes de un buen negociador:
- Saben lo que quieren.
- Son claros con lo que quieren.
- Son persistentes.
- Saben utilizar y dosificar sus emociones y las de los demás.
- Actúan con naturalidad.
- No tienen miedo a preguntar.
- Saben cómo preguntar.
- Saben evitar la confrontación.
- Son creativos.
- Piensan con rapidez.
Compare estos ingredientes con la forma de proceder los niños y verá que los adultos hemos perdido nuestras habilidades negociadoras por haber dejado de ser niños. Sorprendente, ¿no?
La quinta competencia clave
Elabore un plan de cuenta para cada cliente reflejando en la fórmula R=3E + 5C.
A la hora de buscar literatura sobre cómo realizar un plan de cuenta uno encuentra que lo que hay es profuso, confuso y difuso. Ojalá le sirva el esquema siguiente que le voy a proponer como final de éste último artículo de la serie publicada en GESTION. A mí profesionalmente me ha sido y me es muy útil.
Despedida
En el cierre de este artículo, y de los tres precedentes, me gustaría recomendar a mis lectores lo mismo que recomendaba a los empresarios una periodista española en una de sus colaboraciones en un periódico económico y es que en los tiempos tan apasionantes y vertiginosos que vivimos ojalá que los KCRM de la venta estratégica se impregnaran de un sentido épico -miras altas en sus objetivos-, de un sentido ético -no vale todo- y de un sentido trascendente -que crean en algo más allá de nuestro pasar cotidiano por este maravilloso y sorprendente mundo que nos ha tocado vivir.