Reflexiones para los gerentes
El libro “Reflexiones para los Gerentes” de los autores norteamericanos Bruce Hyland y Merle James Yost ofrece al lector sabiduría por parte de cientos de gerentes a nivel mundial. En vez de establecer estrategias para ser un buen gerente, en el libro encontramos reflexiones de situaciones ya vividas por gerentes, acompañadas del aprendizaje al que conllevó cada situación. El libro está dividido en 8 principios básicos a los cuales un buen gerente debe prestar atención y aplicar para tener éxito:
- Sensibilidad.
- Política de la compañía.
- Liderazgo.
- La perspectiva amplia.
- Desarrollo del equipo.
- Día a día.
- Técnica.
- Imagen.
Se puede aprender mucho acerca de cómo ser un buen gerente leyendo libros y asistiendo a cursos y conferencias con frecuencia. Este libro nos ofrece enseñanzas desde la perspectiva de los mismos gerentes, desde individuos a nivel medio y alto de la gerencia a gerentes de nivel superior en empresas de productos o servicios, instituciones gubernamentales y entidades sin fines de lucro. El fin de “Reflexiones para los Gerentes” es ofrecer al lector una amplia perspectiva de lo que podemos considerar buenas pautas para ser un buen gerente.
Les comparto algunas de las reglas que más me impactaron y llamaron la atención:
1. Sensibilidad:
Comprenda – Para la mayoría de la gente, solo es un trabajo: El gerente renta la conducta de un trabajador, no está comprando su alma. Tiene derecho a esperar una conducta profesional y productiva en el trabajo. Puede exigir eso, pero debe detenerse y escuchar “el silbato” que marca el final de la jornada cada día. Las consecuencias de ignorar esta regla serán una elevada rotación de personal, un resentimiento franco o disimulado y un sabotaje potencial del sistema de trabajo.
Dé las gracias: Exprese su gratitud por un trabajo bien hecho y hágalo con sinceridad. Las personas producen resultados extraordinarios cuando se sienten apreciados.
2. Política de la compañía:
La gerencia es un papel artificial: A diferencia de un papel familiar o de una amistad, el papel de gerente no es natural. El gerente no siempre les agradará a los demás ni será popular y, con frecuencia, eso no es divertido. El gerente tiene un papel administrativo porque lo eligieron para obtener resultados, no porque haya ganado un certamen de popularidad. Esto a menudo significa tomar decisiones con las que no están de acuerdo los demás.
Escoja con cuidado sus palabras: El gerente debe comprender que sus palabras pueden tener más peso de lo que cree, y que existe una diferencia entre lo que dice y lo que los demás escuchan. La autoridad y la posición le dan a las palabras del gerente una fuerza adicional.
3. Liderazgo:
Sea visible: Guiar significa ir al frente. El gerente debe crear una “presencia” en el trabajo. Las personas quieren verlo. El personal necesita ver al gerente constantemente, por lo cual este no debe ocultarse en su oficina ni involucrarse tanto en actividades externas hasta el grado de no disponer de tiempo para dedicarlo al personal.
Conozca la manera de pensar de sus empleados: El gerente debe averiguar cuáles son los procesos de pensamiento de sus empleados. El método por el cual una persona llega a su conclusión es la base para el apoyo o para una nueva capacitación. Si el gerente conoce los procesos de pensamiento de sus empleados y los comprende, puede corregir sus errores o guiarlos de una manera más efectiva.
4. La perspectiva amplia:
Muy pocas decisiones son para siempre: Los acontecimientos, las personas, los valores y los ambientes cambian. Cada decisión dura solo hasta que se toma la siguiente. El gerente debe tomar decisiones, pero debe estar dispuesto a cambiar de dirección cuando la situación lo garantiza.
Usted no siempre gana: Habrá ocasiones en las cuales el gerente hace todo bien y aun así no obtiene los resultados deseados. Resulta frustrante, pero la vida es incierta y la administración a menudo es más un arte que una ciencia. El gerente no debe permitir que esto le desanime ni le impida seguir intentándolo.
5. Desarrollo del equipo:
Conozca a los miembros de su equipo: El gerente debe conocer los puntos fuertes y débiles de sus empleados y debe utilizar esta información para mejorar los resultados. Un buen gerente se concentra en hacer salir a la superficie lo mejor de cada empleado y en combinar esos puntos fuertes de manera que se complementen.
Pida, no dé órdenes: Las órdenes no son bien recibidas. Las personas quieren que les pidan las cosas. Una petición invita a la participación y la cooperación. Cuando el gerente ordena algo a las personas, eso crea un sentimiento de “yo soy el jefe, tú el esclavo”. Cuando lo pide, la persona siente que participa en el funcionamiento de la organización.
6. Día a día:
Olvídese del trabajo anterior: El gerente no debe aferrarse a su trabajo anterior cuando es promovido. Debe empezar desde el principio. Lo demás pertenece al pasado. El gerente debe reconocer que es humano y, también, que le llevará algún tiempo convertirse en un gerente capaz.
Simplemente diga no: Cuando le pidan demasiado al gerente, este debe rehusarse o tratar de renegociar. Debe reordenar sus prioridades o descender a un nivel más bajo de tareas. No se debe exponer a un fracaso abarcando demasiado.
7. Técnica:
Manténgase en contacto: Ocasionalmente, el gerente debe irse a las trincheras. Nunca debe perder el sentido de lo que hace que el negocio funcione. Debe hablar con los empleados, de vez en cuando venderle a los clientes, empacar un embarque, digitar un memorándum… en fin, recorrer su operación con regularidad.
Aprenda a estar en desacuerdo sin ser desagradable: La retroalimentación y las perspectivas diferentes son esenciales para una organización floreciente. La forma en que el gerente presente sus puntos de vista determinará la manera en que lo percibirán sus colegas y sus empleados.
8. Imagen:
Cuide de sí mismo: El gerente es responsable de su salud física y mental, su vida social, su vida espiritual, sus finanzas… en definitiva, de su bienestar total, tanto dentro como fuera del trabajo.
Usted no es perfecto: La perfección se requiere muy rara vez, si es que se requiere. Tanto el gerente como sus empleados cometerán errores. Eso es parte de ser humanos. Lo importante es reducir al mínimo los errores y aprender de ellos. La gerencia es en verdad el arte de aprender a tratar con las personas que, por naturaleza, son imperfectas.