5 estrategias para asegurarse de que su voz sea escuchada en el lugar de trabajo

Esta es una pregunta que nos hacen mucho, especialmente aquellos que esperan ascender en la escala corporativa: «¿Cómo puedo hacer para que la gente me escuche en el trabajo?».

Desafortunadamente, muchos de nosotros luchamos por ser escuchados en el trabajo, y las investigaciones muestran que puede ser particularmente difícil para las mujeres, los empleados más jóvenes y aquellos con mayor riesgo de discriminación.

Hacer que la gente le escuche puede ser tan frustrante como tratar de ser entendido en una habitación ruidosa. Sin embargo, la comunicación efectiva se encuentra en el corazón del éxito profesional. Ya sea que usted esté presentando una nueva idea, encontrando su voz en las reuniones de equipo o, simplemente, compartiendo un pensamiento en un pasillo, la capacidad de llamar la atención e influir en los demás es una habilidad que vale la pena perfeccionar si quiere una carrera exitosa.

Lo que sigue son algunas estrategias para garantizar que sus opiniones se tomen en serio cuando esté en el trabajo:

  1. Cultive la credibilidad

La credibilidad es moneda de cambio. Se construye a lo largo del tiempo, no por título o posición, sino a través de muestras de integridad, experiencia y conocimiento. Para ser considerados creíbles, necesitamos tener algo valioso que decir, y podemos perfeccionarlo invirtiendo en aprendizaje continuo, manteniéndonos al tanto de las tendencias de la industria y demostrando la capacidad de contribuir al éxito del equipo a través de nuestras acciones y contribuciones. Además, puede notar que, en las reuniones y discusiones formales, las autoridades creíbles no son dadas a hablar más de la cuenta. Se reservan sus comentarios hasta que tengan ideas valiosas para compartir, y esta poca frecuencia de comunicación tiende a hacer que otros valoren más lo que tienen que decir.

  1. Conozca a su audiencia

La comunicación efectiva comienza con la comprensión de con quién está hablando. Adapte su mensaje para que resuene con las preocupaciones, los intereses y las preferencias de comunicación de las personas a las que se dirige. Hablar con los ejecutivos, por ejemplo, exige claridad, brevedad y alineación con los objetivos estratégicos. Anticípese a sus preguntas de sondeo sobre los riesgos y las oportunidades y enfatice el impacto en el resultado final. Sin embargo, hablar con los compañeros implica más colaboración de ida y vuelta, discusiones detalladas sobre formas específicas de avanzar y comprensión mutua del impacto de la discusión en las operaciones diarias.

  1. Domine el arte de contar historias

Las historias tienen un poder único para captar la atención y transmitir ideas complejas de una manera convincente. Por ejemplo, un líder típico podría dirigirse a su equipo diciendo algo como: «Tenemos que ser más innovadores; Hagamos una lluvia de ideas». Los mejores comunicadores podrían decir: «¿Recuerdas cuando Apple presentó el iPhone? Reunió un teléfono, un reproductor de música y capacidades de búsqueda en Internet en un diseño elegante. ¿Quién no recuerda haber sostenido un iPhone por primera vez y haberse asombrado? ¿Cómo podemos desafiar las expectativas de nuestra industria de esa manera?». ¿Qué estrategia de comunicación cree usted que es más memorable y provocará más discusión? Al entretejer anécdotas y ejemplos en su comunicación, usted puede hacer que sus ideas no solo sean más impresionantes, sino también más persuasivas.

  1. Escuche activamente

La gente escucha con más atención a quienes la respetan y escuchan. Demuestre respeto por las perspectivas de los demás escuchando activamente sus aportaciones y comentarios durante cada interacción. Cuando la gente venga a hablar con usted, silencie su teléfono y su computadora, y préstele toda su atención. Haga preguntas de seguimiento, tome notas y adopte una mentalidad de aprendizaje. Al demostrar un interés genuino y aprecio por los puntos de vista de los miembros de su equipo, fomentará una cultura de colaboración y respeto mutuo que alentará a los demás a escucharlo a su vez.

  1. Aproveche el poder de la comunicación no verbal

Se estima que entre el 70 y el 80 por ciento de nuestra comunicación se transmite a nuestra audiencia a través de señales no verbales como el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el tono de voz. Demostrar un lenguaje no verbal auténtico y eficaz, como un lenguaje corporal abierto, como los brazos sin cruzar, puede ayudar a que los demás se sientan más dispuestos a escuchar sus mensajes. Al alinear sus señales verbales y no verbales, puede mejorar el impacto y la credibilidad de su mensaje.

Trabaje en estas ideas y tenga paciencia para desarrollar la capacidad de hablar y ser escuchado. Sin embargo, después de haber hecho todo lo posible para que le escuchen y todavía no le escuchen, podría ser el momento de considerar que el problema es la cultura en la que usted se encuentra. Puede ser el momento de encontrar un lugar de trabajo donde su voz pueda resonar y pueda influir en los demás de manera significativa.

Sobre el autor

Adrian Gostick y Chester Elton

Son consultores, conferencistas y autores en temas del compromiso de los empleados. Entre sus bestsellers  del New York Times se encuentran los libros Leading with Gratitude, All In y Anxiety at Work. Son los fundadores de The Culture Works y trabajan con organizaciones de todo el mundo para abordar los problemas de cultura organizacional, así como de compromiso y bienestar de los empleados.