5 formas de reconstruir la confianza en una era de incertidumbre

En el torbellino de prioridades cambiantes, equipos reestructurados y la amenaza de que la IA reemplace puestos de trabajo, muchos empleados con los que hablamos se sienten a la deriva. Incluso en las organizaciones más sólidas, existe una sensación persistente de «¿Qué sigue?», que puede erosionar silenciosamente la confianza.

En este clima, los líderes deben construir seguridad emocional, cultivando intencionalmente culturas de equipo donde la confianza no sea algo que se da por sentado, sino un factor en el que se trabaja diariamente.

Aquí presentamos cinco formas en que los líderes pueden reconstruir la confianza en una era de incertidumbre:

1. Priorice la seguridad emocional por encima de la perfección

En tiempos inciertos, las personas no buscan líderes perfectos; buscan líderes auténticos. La seguridad emocional comienza cuando un líder hace que esté bien decir: «No lo sé», «Cometí un error» o «Necesito ayuda». Bajo este tipo de liderazgo, los equipos desarrollan una tendencia hacia la acción y los empleados se vuelven menos temerosos de tomar decisiones y avanzar, incluso cuando el camino no está completamente claro. En lugar de pasar meses debatiendo cuál enfoque es mejor, reconocen que el progreso importa más que la perfección. También dejan de temer asumir su responsabilidad y rendir cuentas. De hecho, cuando las personas no tienen miedo de cometer errores, es más probable que tomen iniciativa e incluso riesgos inteligentes.

2. Haga que la gratitud sea tangible y oportuna

La gratitud no es solo algo agradable de tener en tiempos difíciles, es un multiplicador de confianza. La investigación para nuestro libro «Liderando con Gratitud» muestra que uno de los mayores drenes de confianza es «mi gerente se atribuye el mérito de mi trabajo». Y, sin embargo, cuando las personas se sienten genuinamente apreciadas, su confianza en el liderazgo se dispara. Ese agradecimiento debe ser específico, sincero y frecuente.

Recuerde que el elogio general no tiene impacto. En lugar de un vago «buen trabajo» al final del día, la especificidad marca toda la diferencia, como decir: «Gracias por quedarte hasta tarde para atender ese problema del cliente. La responsabilidad es uno de nuestros valores fundamentales, y tu disposición a tomar control de ese problema y resolverlo marcó una gran diferencia». Cuando el terreno está cambiando, las personas necesitan más que una palmadita ocasional en la espalda; necesitan saber que sus esfuerzos específicos son vistos, valorados y conectados con lo que más importa.

3. Comunique más de lo que cree que necesita

En tiempos de ambigüedad, un vacío de silencio se llena de miedo. Por eso la comunicación clara y transparente es una de las herramientas de construcción de confianza más subestimadas en el arsenal de un líder. Aquí está la regla en tiempos turbulentos: Cuando usted cree que está comunicando demasiado, finalmente está comunicando lo suficiente. Incluso cuando no hay nada nuevo que reportar, simples actualizaciones honestas como: «Esto es lo que sabemos, esto es lo que no sabemos, y esto es lo que estamos observando» pueden tranquilizar a un equipo. Su gente necesita saber que usted está monitoreando la situación para poder concentrarse en su trabajo con confianza, y solo lo sabrán cuando usted les hable regularmente y con intención.

4. Cree rituales de consistencia

Cuando el cambio es inevitable, algunas cosas necesitan mantenerse estables. En tiempos inciertos, los rituales son como rocas en un río: no detienen la corriente, pero les dan a las personas algo sólido sobre lo cual pararse. Cuando se basan en valores compartidos, los pequeños rituales se convierten en anclas de confianza. Eso podría ser una reunión de verificación de los lunes que ocurre sin importar qué. O una norma del equipo de terminar la semana con reconocimientos de gratitud. O un almuerzo recurrente de los miércoles fuera de la oficina. Estos rituales predecibles construyen confianza y un sentido de pertenencia. Les recuerdan a las personas: «Sin importar lo que esté cambiando a nuestro alrededor, estamos presentes el uno para el otro. Estamos en esto juntos».

5. Invite a más voces a participar

Las personas confían en lo que ayudan a construir, así que involucre a su equipo en la toma de decisiones, aunque sea de maneras pequeñas. Pida opiniones sobre cómo hacer los procesos más fluidos, o cómo sus clientes podrían reaccionar mejor a los cambios propuestos. Cuando las personas se sienten escuchadas, y no solo encuestadas, es más probable que extiendan su confianza a sus líderes en tiempos inciertos.

Hay una historia que siempre nos conmueve sobre un líder que vimos invitar a las voces de su equipo a participar. Se paró frente a sus empleados durante una desalentadora situación, que había llevado a su empresa a sus rodillas, y dijo: «¿Cómo vamos a salvar esta empresa? No lo sé. Mi cerebro no contiene todas las respuestas, pero reconoceré una buena idea cuando la escuche. Y reconoceré a esa persona por ello. Nuestro futuro está en sus cabezas colectivamente. Juntos, podemos ser Albert Einstein. Podemos ser genios». Luego abrió su puerta y escuchó, y las ideas comenzaron a fluir. En los tres años

siguientes, la empresa no solo sobrevivió, sino que aumentó sus ingresos en más del 20 por ciento.

La confianza se refuerza en las decisiones cotidianas que tomamos como líderes. En un mundo de blancos móviles, los líderes que se mantienen centrados en la gratitud, la comunicación y la conexión humana serán aquellos a quienes las personas elijan seguir.

Sobre el autor

Adrian Gostick y Chester Elton

Son consultores, conferencistas y autores en temas del compromiso de los empleados. Entre sus bestsellers  del New York Times se encuentran los libros Leading with Gratitude, All In y Anxiety at Work. Son los fundadores de The Culture Works y trabajan con organizaciones de todo el mundo para abordar los problemas de cultura organizacional, así como de compromiso y bienestar de los empleados.