Lecciones de estrategia del triunfo de los Eagles en el Super Bowl LIX

Como fanático de los Eagles de Filadelfia de toda la vida, ir a Nueva Orleans para el Super Bowl LIX fue un sueño hecho realidad. Toda la ciudad parecía haberse vuelto verde de la noche a la mañana, con los fanáticos de los Eagles llenando las calles y gritando «¡Geaux Birds!» (versión del francés cajún de Go Birds! o ¡Vamos, Birds!) a cada paso. La energía era eléctrica, la camaradería inigualable. No importa si se es fanático del fútbol americano o no, hay lecciones innegables que se pueden aprender del dominio de los Eagles.
Al cierre del primer cuarto, una sensación palpable se instaló en la multitud. La defensa de los Eagles había sofocado al mariscal de campo de los Chiefs, Patrick Mahomes, forzando múltiples punts o patadas de despeje, mientras que el quarterback o mariscal de campo de los Eagles, Jalen Hurts, orquestó un ataque ofensivo equilibrado. La energía en el campo y en las gradas insinuó que esto era más que una ventaja competitiva para los Eagles: era el comienzo de una actuación dominante.
Para el medio tiempo, los Eagles habían extendido su ventaja a 24-0, un marcador que superó incluso las proyecciones más optimistas. El equipo y los aficionados habíamos entrado en el partido esperando una intensa competencia, preparándonos para el implacable ida y vuelta de una victoria muy reñida, pero ahora, en este momento, todos lo sentíamos: no se trataba solo de una victoria al alcance de la mano. Esto era el dominio total sobre los contrincantes. Este fue un cambio en la realidad.
Al ver a Hurts llevar a los Eagles a la victoria, quedó claro que su éxito no se trataba solo de talento o suerte. Fue el resultado de la estrategia, la preparación y la ejecución, todo lo cual se traduce directamente en el éxito empresarial. La forma en que los Eagles abordaron el juego ofreció una clase magistral de liderazgo, disciplina y resiliencia, y cualquier empresa que busque construir una estrategia ganadora puede tomar una página de su libro de jugadas.
Desglosando el juego
Todo gran juego, ya sea en los deportes o en los negocios, tiene una estructura clara: un ganador y un perdedor, un marcador que rastrea el progreso y equipos que compiten, cada uno con su propia identidad y cultura. Los mejores juegos nos cautivan porque el resultado es incierto, pero los criterios de éxito son innegables.
En los negocios, al igual que en el campo de juego o la cancha, la victoria no se otorga solo por el esfuerzo, sino que se obtiene a través de la planificación, la implementación y la perseverancia.
Entonces, ¿qué se necesita para ganar el juego? Hay al menos cinco capas en esa pregunta, y si las estableces antes de entrar en el campo, puedes obtener una ventaja competitiva. Aquellos que se preparan para ganar antes de que comience la primera jugada son los que definen el marcador final.
- Asegúrate de que tu equipo conozca el marcador
En el fútbol americano, el marcador siempre está visible, lo que garantiza que los jugadores, entrenadores y aficionados sepan exactamente cómo están las cosas. Esta claridad crea urgencia, enfoque y rendición de cuentas. Las empresas necesitan el mismo nivel de transparencia.
En los negocios, el éxito debe ser inconfundible, no una aproximación imprecisa. Con demasiada frecuencia, las empresas establecen unos KPI que difuminan las líneas entre el logro y el esfuerzo, creando espacio para la interpretación subjetiva en lugar de los resultados definitivos.
Es la diferencia entre medir el éxito por touchdowns o anotaciones frente a una estadística oscura como «promedio de yardas en el tercer intento en el territorio del oponente». Cuando termina el año, el trimestre o el proyecto, la gente justifica quedarse corto con: «Apuntaba a 51 y llegué a 49.5, así que estuve cerca».
Pero como dijo sabiamente Yoda: «Haz o no hagas. “Intentar” no existe».
Los negocios deben medirse de la misma manera. O ganamos o no ganamos. O logramos el objetivo, o no lo logramos. La claridad en la medición impulsa la rendición de cuentas, y la rendición de cuentas impulsa el éxito real.
Empresas como Volkswagen utilizan cuadros de mando integral para realizar un seguimiento de las métricas de rendimiento en las finanzas, la experiencia del cliente, las operaciones y el desarrollo de los empleados. Empresas que proporcionan una visibilidad clara del rendimiento:
- Mantienen a los equipos alineados con los objetivos clave
- Fomentan una cultura de rendición de cuentas
- Habilitan la toma de decisiones basada en datos.
Sin un «marcador» claro, los equipos organizacionales luchan con la confusión, la falta de compromiso y la falta de urgencia. Todo el mundo necesita saber lo que es ganar.
- Entiende a tu competencia
El Super Bowl es un juego de suma cero: un equipo gana, otro pierde. Los negocios no son diferentes. La cuota de mercado es finita y solo las empresas más fuertes prosperan. Los Eagles entendieron que, para vencer a los Chiefs, tenían que pensar y jugar más que ellos.
Las empresas exitosas:
- Observan muy de cerca los movimientos de los competidores y ajustan sus estrategias en consecuencia
- Innovan para mantenerse a la vanguardia
- Se centran en ofrecer una experiencia superior al cliente.
Ninguna empresa prospera ignorando el panorama competitivo. Los Eagles no ignoraron la brillantez de Mahomes, se prepararon para ello.
Del mismo modo, Apple mantiene su ventaja competitiva a través de una combinación estratégica de innovación, integración vertical y adaptabilidad. Al controlar tanto el desarrollo de hardware como de software, Apple garantiza una experiencia de usuario fluida en todo su ecosistema de productos, diferenciándose de la competencia. Este enfoque permite una rápida innovación y mantiene altos estándares de calidad, reforzando la lealtad del cliente y el dominio del mercado.
Apple, al igual que los Eagles, no espera a que los competidores se pongan al día, sino que dictan el juego.
- Escribe tu propio libro de jugadas
El libro de jugadas de un equipo de fútbol americano es más que un conjunto de jugadas: es un sistema codificado de comportamientos ganadores. Todos los jugadores de la plantilla de los Eagles entendían su papel, sabían lo que se esperaba de ellos y lo ejecutaban dentro de un sistema estructurado. Cuando llegó la adversidad, no abandonaron el libro de jugadas; confiaron en él.
Una estrategia bien pensada es solo una parte de la solución. Sin disciplina en seguir el libro de jugadas, incluso los mejores planes se desmoronan. La estrategia no es lo que dices que haces, es lo que realmente haces.
Un manual de estrategias empresariales debe incluir:
- Procedimientos operativos estándar (SOP)
- Indicadores clave de rendimiento (KPI)
- Protocolos claros para la toma de decisiones
- Flujos de trabajo definidos que garantizan la eficiencia.
Contar con un libro de jugadas evita la fatiga de las decisiones y garantiza que tu equipo no esté constantemente reinventando la rueda. En un entorno de Super Bowl de alta presión, los jugadores no pueden permitirse la confusión, al igual que tus empleados no pueden permitirse la ambigüedad en sus roles diarios.
- Ejecuta las jugadas con confianza
Un gran plan no tiene sentido sin una ejecución adecuada. Los Eagles tenían un sistema estructurado en el que cada jugador entendía su papel. Incluso en momentos de adversidad, no abandonaron su enfoque, confiaron en el proceso.
En los negocios, la ejecución separa a los mejores del resto. Las empresas que prosperan:
- Establecen flujos de trabajo estructurados y procedimientos operativos estándar
- Hacen seguimiento al progreso del rendimiento clave
- Fomentan la rendición de cuentas y la ejecución disciplinada
Travis Kelce, el ala cerrada de los Chiefs, admitió después del partido que no fue el talento lo que les costó, sino la ejecución. Una estrategia brillante sin seguimiento es solo una ilusión.
«No aprovechar las jugadas y ejecutarlas», dijo Kelce cuando se le preguntó en qué se equivocó el equipo. «Hay muchas cosas que entran en juego».
El éxito de los Eagles se basó en el apilamiento de hábitos, el principio de superponer constantemente hábitos pequeños y positivos a lo largo del tiempo para crear el máximo rendimiento. Desde el entrenamiento de fuerza hasta el análisis de videos de juegos de los Chiefs y el acondicionamiento diario, su excelencia no fue el resultado de un solo momento de avance, sino de una serie de esfuerzos acumulados.
La excelencia no se trata de hacer una cosa bien, se trata de hacer muchas cosas pequeñas bien, todos los días. Las empresas que ejecutan utilizando los hábitos correctos experimentan un éxito acumulado con el tiempo.
Hurts lo capturó mejor: «Todo se reduce a cómo ejecutamos… Nuestro enfoque … y jugar con buen ritmo».
- Incorpora el éxito en tu cultura
Un libro de jugadas y una ejecución excepcional se traducen en la cultura y la identidad de una empresa. Los Eagles no solo ganaron con habilidad, sino con identidad. Su victoria sobre los Chiefs sirve como un estudio convincente de cómo la identidad y la cultura de un equipo, arraigadas en la humildad y el trabajo duro, pueden impulsar el éxito. Este espíritu, defendido por figuras clave como Hurts y el entrenador en jefe de los Eagles, Nick Sirianni, fomentó una resistencia y determinación colectivas que impulsaron al equipo a través de los desafíos y al escenario del campeonato.
Los Eagles no solo tenían un plan de juego, tenían una identidad de equipo. Eran físicos, disciplinados e implacables. Su cultura no fue algo que descubrieron el domingo del Super Bowl. Fue algo construido a lo largo de temporadas de liderazgo intencional.
Un poderoso ejemplo de esta mentalidad proviene de Jason Kelce, el ex pívot de los Eagles, quien declaró durante el desfile del equipo en el Super Bowl LII: «Los perros hambrientos corren más rápido».
Esta frase encarna la mentalidad de underdog (no favorito luchando contra circunstancias adversas) que ha definido durante mucho tiempo a los Eagles. Habla de valor, determinación y un deseo implacable de ganar. Los equipos que tienen éxito, ya sea en el campo de juego o en los negocios, no siempre son los más talentosos. A menudo son los que más quieren ganar y están dispuestos a hacer un trabajo extra.
Por el contrario, los Chiefs ingresaron al Super Bowl LIX con un enfoque en lograr hitos históricos, en particular con el objetivo de un tercer título consecutivo de Super Bowl sin precedentes. Esta ambición puede haber cambiado inadvertidamente su énfasis hacia los récords personales y de equipo en lugar de la tarea inmediata que tenían entre manos. Mahomes, por ejemplo, enfrentó una inmensa presión para asegurar este «triplete», una narrativa que dominó gran parte del discurso previo al juego.
Este enfoque en el legado y el establecimiento de récords posiblemente restó valor a la preparación y adaptabilidad del equipo.
Las grandes empresas crean una cultura sólida al:
- Tener una misión y valores claros que guíen la toma de decisiones
- Crear un entorno que fomente el alto rendimiento
- Mantener la humildad y la voluntad de adaptación.
Los mejores equipos, y empresas, nunca dejan que el éxito del pasado genere complacencia.
Los campeones se forman antes del día del partido
Los campeonatos no se ganan en un solo momento de brillantez, se forjan mucho antes de que las luces brillen más. Toman forma en la incesante rutina del campo de entrenamiento, en la disciplina del análisis de videos de jugadas, en las horas tranquilas que se pasan refinando habilidades en la sala de pesas.
Hurts enfatiza la importancia del esfuerzo y la preparación constantes para lograr el éxito. A menudo dice: «El alquiler se debe pagar todos los días», destacando la necesidad de un compromiso diario con las metas de uno.
Lo mismo ocurre en los negocios. El éxito no se trata de una decisión que cambie el juego, se trata de las acciones pequeñas y consistentes que crean una base para el dominio a largo plazo. Las organizaciones ganadoras invierten en su gente, construyen procesos estructurados y crean hábitos que impulsan el impulso.
La victoria de los Eagles en el Super Bowl no fue una casualidad. Fue la culminación de la preparación, la ejecución y un compromiso inquebrantable con la excelencia. El mismo libro de jugadas se aplica a los negocios. Las empresas que dominan sus industrias no solo están reaccionando a las oportunidades, sino que las están creando. Operan con una estrategia clara, ejecutan con disciplina, aceptan la competencia, fomentan la transparencia y construyen una cultura de mejora incesante.
El éxito no está reservado para los afortunados, pertenece a aquellos que se preparan, se adaptan y ejecutan al más alto nivel. Entonces, la verdadera pregunta es: ¿Estás administrando tu negocio como un equipo de campeonato o está esperando un golpe de suerte?
Los que ganan, en los deportes y en los negocios, son los que se niegan a dejar la victoria al azar.