Los líderes preguntan

Querida Lissette:

Pasamos un tercio de nuestra vida trabajando. Ahora bien, ¿en qué climas pasamos esta gran parte de nuestra vida? Si hicieras una pequeña reflexión, ¿qué dirías sobre el clima en tu organización?:

  • ¿Es equilibrado o desequilibrado?
  • ¿Promueve el desarrollo humano y profesional o no?
  • ¿Es saludable o tóxico y generador de enfermedad?

Una vez realizada esta autoauditoria, que te dirá si trabajas en una empresa emocionalmente sostenible o no, piensa acerca de cómo contribuyes tú a ese clima: ¿creas o destruyes? Te recuerdo que no somos seres sometidos a lo que hay, somos personas creadoras capaces de influir en el ecosistema y participar en la creación de determinado clima: “Podemos elegir ser parte de la solución o ser parte del problema”. Siendo así, la calidad y el equilibrio de una organización depende de cómo nosotros mismos, desde nuestras posiciones y a través de nuestras acciones, transformemos:

  • Los espacios de incertidumbre por espacios protegidos de respeto y confianza donde el individuo y el equipo puedan crecer en armonía.
  • Las energías insostenibles como la obligación, resignación y coacción por energías sostenibles como la ilusión, creatividad, curiosidad, afecto, realización.
  • Las relaciones desadaptativas basadas en el poder y la jerarquía en relaciones adaptativas basadas en la complicidad, la influencia y la amistad.

El clima emocional de una organización es la consecuencia de todo lo demás. Es lo que hace que este tercio de nuestra vida que pasamos trabajando sea enriquecedor y promueva lo mejor de nosotros o bien sea fuente de malestar, enfermedad y desequilibrio.

En cuanto a las organizaciones con corazón, son las organizaciones del futuro. Las organizaciones con corazón son emocionalmente ecológicas, ya que en ellas no solo se integra el ganar dinero sino, también, el hacer el bien. Además, son las organizaciones que van a atraer a los mejores profesionales pues en ellas es posible tener vida realmente.

Las características principales de estas organizaciones son:

  • Integran e interconectan las diferentes facetas de la persona.
  • Son afectuosas, dan valor a los aspectos intangibles.
  • Son creativas y flexibles.
  • Integran los objetivos individuales y los de la empresa.
  • Cuidan su clima emocional.
  • Tienen espacios sanos para trabajar.
  • Son honestas e integras.
  • Educan el corazón.

En definitiva, son empresas donde se ha pasado de una cultura de la culpa a una cultura de las competencias, de la dependencia a la autonomía personal, del trabajo como obligación al trabajo como esfuerzo con sentido. Te dejo con la siguiente reflexión: cuando las personas crecen y mejoran, pueden mejorar y crecer las empresas.

La Dra. Maryam Varela es una destacada experta en habilidades directivas, comportamiento humano y la aplicación de la Inteligencia Emocional en las organizaciones. En esta sección contesta las inquietudes de los directivos en los temas relacionados a sus áreas de expertise. Un lector pregunta qué es el compromiso organizacional y la Dra. Varela responde no solo qué es, sino también cómo construir una cultura de compromiso.