Se vale soñar

Corría el verano del 2004 y estaba yo participando en una impactante conferencia magistral enmarcada dentro de un importante congreso realizado en los Estados Unidos. Ahí estaba aquel señor regordete, de aspecto bonachón y ya un poco entrado en añitos impartiendo la conferencia magistral de cierre frente a millares de personas. Cada palabra de aquella magnífica conferencia impactaba en los presentes, al punto de generar una ovación impresionante al final. Se trataba nada más y nada menos que de Ken Blanchard.

Terminada la que considero como una de las charlas más inspiradoras que había escuchado hasta ese entonces, pacientemente esperé sentado a que los participantes saliesen del salón y que algunas personas que se le acercaron para que él le firmara libros se retiraran. Aguardé a que su staff y él recogiesen sus equipos y materiales. Finalmente, cuando ya el Sr. Blanchard se disponía a salir del salón, me acerqué y respetuosamente le pregunté si me permitía tomarme una foto con él, a lo que accedió gentilmente. Luego de darle las gracias y sin mucho más que decirle -aparte de que era su admirador-, con la emoción del momento, y con total espontaneidad, le expresé lo que tenía latente en la mente en ese momento: “Algún día lo llevaré a usted a República Dominicana”. El sonrió y apenas atinó a decir: “Para mí sería un placer”.

Si ese comentario mío hubiese sido hoy, con más de una veintena de conferencias magistrales y grandes eventos en nuestro haber, no tendría mayor relevancia. Pero en ese entonces nuestra firma, a pesar de ya ser una empresa consolidada y posicionada en el mercado a través de sus talleres y seminarios, no contemplaba entre sus planes inmediatos incursionar en la realización de conferencias magistrales o grandes eventos. De hecho, pasaron más de tres años para que nuestra firma realizara su primera conferencia magistral con el Dr. Stephen Covey.

Transcurrido apenas un mes de nuestra conferencia con el Dr. Covey, un buen amigo, relacionado al mundo editorial, me llamó para notificarme que próximamente estaría en Santo Domingo quien en ese entonces era yerno de Ken Blanchard y ejecutivo a cargo de las operaciones de su empresa para América Latina. Luego de una amena e informal conversación, la visita de Ken Blanchard al país fue sellada con un apretón de manos. Once meses después de esa conversación, y poco más de cuatro años luego de aquella “declaración de intenciones”, Ken Blanchard impartía una exitosa e inolvidable conferencia magistral para nuestros clientes. Ese día aprendí, de una vez por todas, que se valía soñar… Todavía recuerdo como -mientras cenaba con Ken luego de la conferencia- pensaba maravillado: “Esto realmente es impresionante, ni que lo hubiese planificado…”.

Podrían buscarse muchas interpretaciones a este hecho, desde las místicas hasta las religiosas, para explicar cómo una serie de factores se alinearon (o fueron alineados) para que aquel deseo manifestado de forma espontánea se hiciese realidad. Pero prefiero circunscribirme a decir que, en primer lugar, el hecho de haberle puesto nombre y apellido a un objetivo y haberlo manifestado en voz alta había puesto a mi subconsciente en alerta ante cualquier oportunidad relacionada con el mismo. De hecho, quizás en alguna conversación casual le manifesté a mi amigo mi deseo explícito de traer a Ken Blanchard. Lo segundo es que, desde mucho antes de mi primer encuentro con Ken, ya veníamos trabajando con la visión clara de tener una empresa con la capacidad de gestionar exitosamente cualquier tipo de conferencia o evento. Y cuando surgió la oportunidad, estábamos más que preparados.

Quiero compartirle mi perspectiva personal de que no importa cuán absurda, distante o difícil pueda ser una meta u objetivo, se vale soñar… También, quiero recordarle que usted se lo merece. Pero, sobre todo, quiero enfatizarle que los sueños tienen la particularidad de que, si bien se liberan cuando estamos tranquilos, solo se materializan cuando estamos activos…, así que ¡manos a la obra!

Sobre el autor

Ney Díaz

Presidente y fundador de INTRAS, reconocida como la principal empresa de capacitación especializada y consultoría formativa en la República Dominicana, con importantes alianzas con organizaciones de España y América Latina. Preside, también, la firma de capacitación Skills y la empresa Summit, especializada en la organización de eventos corporativos. Es, asimismo, editor en jefe de la Revista GESTIÓN y Senior Advisor de Executive Education para República Dominicana de la IE Business School de España.

Como autor, ha publicado el libro Las 12 preguntas. Puede encontrar más de los escritos de Ney Díaz en su blog en https://neydiaz.com/blog.

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