La irrupción de la IA y la importancia del desarrollo de una inteligencia colaborativa en las organizaciones

Corren nuevos tiempos. Tiempos de transformación. Sé que llevamos años diciendo lo mismo, pero esta vez es diferente, y leyéndome pensarás: «Eso es lo que se dice siempre». Sin embargo, lo que estamos viviendo es, en realidad, la IV revolución industrial que va a transmutar nuestra sociedad en lo más profundo, porque cambia la forma de trabajar, de vivir e incluso de relacionarnos.

La tecnología más disruptiva del siglo XXI —la inteligencia artificial— que tanto nos aterrorizaba, es ya nuestro presente. Está aquí, ha llegado y creo que la gran mayoría sentimos que «el toro nos ha cogido por los cuernos». No estamos preparados y lo peor es que ni siquiera sabemos cómo hacerlo.

Las cifras hablan por sí solas: «se prevé que el mercado global de IA se expanda a una tasa de crecimiento anual de un 37 % entre 2023 y 2030. Lo que, más que alentarnos, nos bloquea, y nos hace sentir todavía más ignorantes».”

Ahora bien, ¿quién está realmente actualizado?, ¿cómo podemos hacerlo?, ¿qué hay que hacer?

No tenemos ni idea, ni siquiera sabemos por dónde empezar, y seguimos leyendo datos y sintiendo lo poco que está en nuestro control: «un informe de McKinsey Digital de 2023 revela que el estado actual de desarrollo de esta tecnología tiene el potencial de automatizar tareas repetitivas que ocupan aproximadamente entre un 60 % y 70 % del tiempo de los empleados. Un informe de Goldman Sachs prevé la automatización total de unos 300 millones de roles en hasta 10 años».

Créeme, quedarse fuera de juego no está contemplado. No obstante, pese a todo nuestro temor, también hemos de ser conscientes que esto no implica la sustitución de humanos por tecnología. Las personas han de tener un papel irreemplazable en su desarrollo, van a ser el centro. El verdadero objetivo, aunque a veces resulte difícil de creer leyendo ciertas noticias sensacionalistas, ha de ser el de incrementar el bienestar humano en todo su ámbito de actuación.

Como sabemos, la IA no tiene emociones ni prejuicios; es, por tanto, objetiva y neutral para tomar decisiones. Sin embargo, nunca podrá reemplazar la empatía y la compasión que son competencias exclusivas de los seres humanos. Por tanto, los líderes tienen por delante el reto de hacer que sus colaboradores se desarrollen a nivel holístico. Es decir, hoy, el gran trabajo de un líder ha de estar enfocado al cuidado de sus colaboradores desde un plano diferente, más integral. Y, en vez de ver a las personas como una más de sus prioridades, deben poner el énfasis principal en los asuntos de las personas.

¿Y todo esto para qué? Necesitamos organizaciones con mentalidad abierta, donde la diversidad sume en lugar de que reste, en las que se promueva la inteligencia colaborativa, que consiste en saber estar y saber dar nuestra aportación en un entorno donde otras personas piensan diferente. Este tipo de competencia se da cuando las personas somos capaces de compartir ideas, talentos, pensamientos y enfoques con un solo fin: el bien común. Es una actitud comprometida hacia el cambio, ahí donde pesen mucho menos los individualismos y más la visión de grupo, de una comunidad que sabe avanzar hacia un mejor progreso. Así son todos los que participan en la búsqueda de soluciones.

TODAS LAS IDEAS DIFERENTES SON MUY BIENVENIDAS.

Los líderes hoy han de trabajar con ahínco su enfoque humano y promover la cercanía constructiva con los colaboradores con reciprocidad y respeto. Es fundamental que desarrollen las habilidades de empatía, el diálogo bidireccional abierto y claro, la adaptabilidad a la diversidad, y la confianza en la capacidad de los demás para liderar y tomar decisiones.

En definitiva, ante los tiempos de transformación profunda que acontecen, los líderes no solo han de guiar a su equipo en el ámbito profesional, sino que también se han de preocupar por su bienestar personal y su desarrollo integral. Es por ello, como venimos señalando, que los líderes han de cambiar urgentemente de paradigma: invertir su obsesión por los resultados por centrarse más en las personas, sus actitudes, sus compromisos, sus sentimientos y su equilibrio vida laboral y profesional. De esta manera, las personas sentirán que contribuyen, que aportan, que son necesarias y desarrollarán una mente abierta y un espíritu resiliente al cambio constante.

Sobre el autor

Maryam Varela

Maryam Varela, PhD en Inteligencia Emocional por la Universidad de Bircham, EE.UU., Psicoterapeuta por el Instituto Europeo de Psicoterapias de Tiempo Limitado, Certificada como Coach por la escuela Tavistock de Londres, Master en Recursos Humanos con Especialización en Comunicación por la Universidad Libre (ULB), Bélgica, Postgrado en Psicología Industrial por la New York University (NYU), EE.UU., Licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad Central de Iowa, EE.UU.

La Sra. Varela es una destacada formadora en habilidades directivas, habiendo impartido a la fecha más de doscientos (200) talleres, cursos, charlas y seminarios abiertos al público e In House. Es también socia de CAEC Consulting, reconocida firma de consultoría y coaching en las áreas de Marketing, Recursos Humanos, Finanzas y Gestión brindando servicios a las más grandes empresas de capital sueco en España. Maryam Varela es facilitadora asociada a la firma de capacitación INTRAS.

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