Un “pequeñito” desvío…

Durante los dos días previos a escribir esta carta editorial, he estado debatiendo conmigo mismo sobre cuál de los temas que tengo conceptualizados en mi cabeza debo escribir. Sin embargo, esta mañana, como si se tratase de una señal, me sucedió un episodio que claramente me indicó sobre cuál de estos temas debo escribir. Pero antes de esto, debo compartirles algunos detalles para darles contexto.

Hace unos treinta días, nos mudamos a un edificio en una dirección bastante distante del apartamento donde vivimos por casi veinte años. Y, hace una semana, reinicié mi régimen de ejercicios en mi gimnasio de toda la vida, luego de una pausa inusual a raíz de esta mudanza y un viaje a finales de año. Hoy, temprano, justo al salir del gimnasio, recibí una llamada de un cliente para un tema muy importante. Conversamos durante unos diez minutos mientras yo conducía (con el hands free, claro está…) tranquilamente de regreso a casa. Terminando la conversación, al yo llegar a la entrada del edificio, saqué el control remoto para abrir el portón. Cuando lo tomé en la mano fue cuando caí en cuenta que había cometido un “ligero” error: me había dirigido a mi antiguo apartamento… Con una sonrisa de resignación, y no sin antes tomarle una foto a aquel portón para contarle a mi esposa sobre aquel jocoso incidente, inicié mi periplo (tapones incluidos) a mi actual residencia.

Lo que pudiese parecer un episodio trivial —y hasta cierto punto risible, pues a todos nos ha pasado en algún momento algo similar—, me puso a reflexionar y me reforzó un planteamiento del que vengo hablando en mis conferencias y conversatorios luego de lanzado mi libro RESTART: la clave del éxito está en desarrollar los hábitos que te acompañen en ese recorrido.

Pensemos por un minuto en el incidente. Bastó la simple distracción de una llamada para que, en piloto automático, yo tomase la ruta que había tomado durante dos décadas. ¿Acaso eso no es exactamente lo mismo que nos pasa cuando empezamos un régimen alimenticio saludable, queremos dejar de utilizar el celular por períodos tan largos, intentamos incorporar una nueva rutina o queremos adquirir una nueva destreza? Basta con que un simple estímulo, descuido o incidente nos interrumpa el proceso para, sin darnos cuenta, revertir a nuestros viejos hábitos. La pregunta obligada a estas alturas debería ser cómo lo evitamos.

En su libro «Atrévete: El poder de cambiar un hábito», R. Yesid Barrera, experto aliado de mi empresa INTRAS, plantea un enfoque práctico para transformar hábitos a través de cuatro pasos: (1) visualizar el cambio deseado, (2) sustituir el hábito negativo por uno positivo, (3) desconectar las señales que desencadenan el hábito indeseado y (4) repetir consistentemente el nuevo comportamiento hasta que se consolide. Sin ánimo de pretender ser más experto en el tema que mi amigo Yesid, añadiría un quinto paso: durante la incorporación de un nuevo hábito, tratar de evitar las distracciones que nos hagan olvidar temporalmente que estamos en un proceso de cambio que requiere esfuerzo y repetición. Esto porque, tal y como nos indica María Roca, prestigiosa neurocientífica y también experta colaboradora de INTRAS, la repetición es esencial para que el cerebro incorpore una nueva conducta. Aunque al principio puede ser desafiante, con la práctica constante, la acción se automatiza y se convierte en un hábito en el mediano plazo.

Quisiera terminar con una exhortación: no seamos tan radicales, intransigentes e inflexibles con nosotros mismos. Tal y como me sucedió con el incidente de mi recorrido incorrecto, no debemos tomarnos siempre tan en serio al punto de autoflagelarnos por los errores y deslices en nuestros procesos de cambio. Como digo con frecuencia, en la vida lo esencial es la tendencia. Lo que cuenta es jamás abandonar un recorrido por el simple hecho de haber dado un tropezón. Así que, no desfallezcas ni te desanimes, pues el esfuerzo vale la pena porque los hábitos correctos son el mejor camino a tu siguiente nivel.

Sobre el autor

Ney Díaz

Presidente y fundador de INTRAS, reconocida como la principal empresa de capacitación especializada y consultoría formativa en la República Dominicana, con importantes alianzas con organizaciones de España y América Latina. Preside, también, la firma de capacitación Skills y la empresa Summit, especializada en la organización de eventos corporativos. Es, asimismo, editor en jefe de la Revista GESTIÓN y Senior Advisor de Executive Education para República Dominicana de la IE Business School de España.

Como autor, ha publicado los libros «RESTART» y «Las 12 preguntas». Puede encontrar más de los escritos de Ney Díaz en su blog en https://neydiaz.com/blog.

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