Construyendo tribus corporativas: El arte de fomentar comunidades empresariales motivadas

En un mundo donde el liderazgo evoluciona constantemente, hemos pasado de las tradicionales nociones de autoridad a un enfoque más holístico y humano, enfocado en la creación de comunidades o «tribus» dentro de las empresas. Este enfoque no solo persigue el logro de objetivos corporativos, sino que también promueve el desarrollo personal y colectivo, forjando así un entorno laboral estimulante y cohesionado. El tiempo que nos pasamos desarrollando nuestra actividad profesional es elevado. Por esa razón es clave que el individuo encuentre un lugar estimulante para sacar a la luz lo mejor que tiene, que son sus propios talentos.

 

En múltiples ocasiones, he visto como la mayoría de las personas que están queriendo ascender y crecer dentro de la organización están a la espera que se quede algún puesto vacante para postularse rápido en el momento en que se dé la oportunidad. Este criterio no digo que sea 100 % erróneo, pero es menos efectivo que si lo hiciéramos de otra forma más práctica. Si mi ambición es poder llegar a acceder a un determinado puesto en una organización, en vez de lo anterior, lo que puedo empezar a hacer es convertirme en el tipo de persona que es acorde para ese puesto de trabajo. De esta forma, en la organización, por mis propios actos van a empezar a observarme y es muy posible que, cuando esa vacante se quede libre, tenga muchas posibilidades de que me la ofrezcan.

 

Y usted se estará preguntando por qué le pongo este ejemplo. Es algo sencillo: hoy, uno de los grandes problemas en las organizaciones es la retención del talento. Entonces nosotros, como responsables de área o de departamento o como Gerentes de empresa, lo que podemos hacer es crear un entorno lo suficientemente atractivo como para que las personas deseen quedarse en nuestra organización. Hay una frase que me encanta de Richard Branson: «Forma bien a la gente para que puedan marcharse al estar muy cualificada, trátales mejor para que no quieran hacerlo». Esta frase resume muy bien lo que he explicado en el anterior párrafo, me parece fantástica. Es más, esta filosofía está basada en la mentalidad de abundancia y no la mentalidad de escasez. Este aspecto requeriría otro artículo.

 

Llevo más de treinta años en el mundo de la consultoría y capacitación. Por deformación profesional, siempre busco soluciones prácticas para que puedan ser implementadas según las comparto. A continuación, daré pautas de cómo los líderes pueden cultivar estas tribus empresariales motivadas, ofreciendo ejemplos prácticos y herramientas que he observado en acción y que son aplicables en el día a día. Estas pautas permiten que el talento de su gente prolifere y genere sinergias que eleven los resultados de la organización.

 

  1. Liderazgo basado en valores

 

  1. Ejemplo personal: He observado en varias organizaciones la implementación de sesiones mensuales donde los equipos exponen proyectos alineados con los valores corporativos. Estas iniciativas no solo permiten reconocer y celebrar la traducción de valores en acciones concretas, sino que también fomentan un sentido de pertenencia y orgullo entre los empleados. Además, en algunos casos, estas sesiones se complementan con workshops interactivos donde los empleados pueden debatir y explorar cómo estos valores influyen en sus decisiones diarias y estrategias de trabajo, lo cual profundiza su comprensión y aplicación práctica.

 

  1. Herramienta práctica: Para incorporar un liderazgo basado en valores en su empresa, comience por definir claramente esos valores. Asegúrese de que cada proyecto, reunión o iniciativa los refleje. Cree un «Tablero de Valores» visible en la oficina donde se puedan postear historias o ejemplos de cómo los miembros del equipo han vivido estos valores en su trabajo diario. Adicionalmente, considere la implementación de un sistema de recompensas basado en valores, donde los empleados sean reconocidos y posiblemente recompensados por actuar de manera coherente con estos principios. Esto no solo motiva a los empleados a adoptar estos valores, sino que también crea un ambiente de trabajo más positivo y orientado hacia el logro colectivo.

 

  1. Comunicación y Cooperación

 

  1. Ejemplo personal: He visto cómo ciertas empresas implementan reuniones informales semanales, donde los empleados se reúnen para discutir proyectos en curso, compartir ideas y resolver desafíos en grupo. Esta práctica mejora significativamente la comunicación entre los equipos y fomenta una cultura de cooperación y apoyo mutuo. Además, estas sesiones informales a menudo incluyen sesiones de «puesta en común» al final del día, donde los equipos pueden celebrar logros y aprender de los retos enfrentados, fortaleciendo los lazos y la sinergia entre colegas.

 

  1. Herramienta práctica: Organice reuniones regulares de brainstorming que involucren a miembros de diferentes equipos. En múltiples ocasiones he visto timidez por parte de algunos colaboradores de plantear sus ideas. Si por lo que fuera ocurriera esa situación, le recomiendo que utilice técnicas como el brainwriting, donde cada participante escribe sus ideas en tarjetas para luego discutirlas en grupo, asegurando que todos tengan voz y fomentando un espíritu de colaboración. Para facilitar aún más la comunicación abierta y efectiva, implemente herramientas digitales que permitan a los empleados compartir feedback y sugerencias de manera continua, como plataformas de comunicación interna que ofrecen canales específicos para diferentes temas o proyectos.

 

  1. Resiliencia y adaptabilidad

 

  1. Ejemplo personal: Ante desafíos de mercado, en algunas organizaciones me han pedido realizar talleres de «Pensamiento Adaptable y Crítico» para su personal. Estos talleres enseñan técnicas de pensamiento crítico y resolución de problemas bajo presión, preparando a los empleados para adaptarse rápidamente a cambios inesperados y encontrar soluciones creativas. También se incluyen sesiones de role-playing que permiten a los empleados practicar respuestas a situaciones de crisis, mejorando su capacidad para actuar efectivamente en momentos críticos.

 

  1. Herramienta práctica: Desarrolle un programa de capacitación en resiliencia para sus empleados que incluya ejercicios de simulación de escenarios adversos y técnicas de manejo del estrés. Fomente una cultura de «aprendizaje a partir del error», donde los fracasos se ven como oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Además, incorpore prácticas de mindfulness que enseñen a los empleados a estar en el aquí y el ahora, concentrando toda su energía en el momento presente para mejorar la calidad de sus decisiones y respuestas en cada situación. La implementación de sesiones regulares de mindfulness puede ayudar a reducir el estrés general y aumentar la claridad mental, elementos cruciales para fomentar la resiliencia.

 

 

  1. Reconocimiento y desarrollo personal

 

  1. Ejemplo personal: Algunas empresas tecnológicas utilizan sistemas de «Pasaportes de Crecimiento», donde cada empleado recibe un pasaporte personalizado al unirse a la empresa. Se agregan «sellos» por cada nueva habilidad aprendida, seminario en el que hayan participado o proyecto exitoso completado, lo cual se celebra en reuniones periódicas siendo lo más normal trimestrales. Además, estos eventos de celebración a menudo incluyen momentos para compartir historias de éxito y desafíos superados, lo que no solo motiva a los empleados, sino que también fortalece las conexiones interpersonales dentro del equipo.

 

  1. Herramienta práctica: Implemente un sistema de reconocimiento que vaya más allá de los logros tangibles y celebre también el desarrollo de nuevas habilidades, la colaboración excepcional entre equipos o la superación personal. Es importante trabajar un concepto que habitualmente no se tiene en cuenta y es algo que aprendí cuando corrí mi primera maratón de 42 km y es “CORRE TU PROPIA CARRERA”. Lo que quiero compartir con esto es que la persona que más compite con uno es uno mismo. Por esa razón, si conseguimos que la persona vea su evolución, resultará altamente estimulante para ella. Por ello, considere la creación de un «Muro de Logros» virtual o físico donde se destaquen estas contribuciones. Adicionalmente, fomente la realización de revisiones de desarrollo personal regulares, donde los empleados puedan planificar y revisar sus objetivos profesionales y personales con sus supervisores, asegurando un enfoque personalizado que apoye su crecimiento continuo y satisfacción laboral.

 

 Adjunto a continuación un cuadro resumen:

Construir una tribu corporativa motivada y cohesionada es un proceso continuo que requiere compromiso, creatividad y un enfoque centrado en las personas. Son muchas las prácticas que se pueden llevar a cabo para su desarrollo. Estas que le acabo de compartir son el principio para no solo fomentar un ambiente laboral positivo y productivo, sino también nutrir el crecimiento personal y profesional de cada miembro del equipo. El resultado es una comunidad organizacional robusta, adaptable y profundamente comprometida con sus valores y objetivos compartidos.

 

Agradezco profundamente la oportunidad de compartir estos conocimientos con usted. Invito a todos los líderes y gestores a aceptar el reto de generar comunidades y tribus en sus organizaciones. Este enfoque no es solo una tendencia de mercado, es una estrategia que puede transformar de manera significativa el entorno laboral, motivar a los equipos y mejorar los resultados. Es más, es clave para retener el talento que es tan difícil de sustituir. Espero que pueda implementar alguna de estas ideas, y que, juntos, podamos ver florecer entornos laborales más humanos y motivadores. ¡Adelante con el desafío!

Sobre el autor

Francisco Javier González Galán

Coach, conferenciante y consultor organizacional con una trayectoria internacional avalada en management, liderazgo, habilidades directivas y gestión comercial. Es también un experto en comportamiento humano. Es licenciado en Gestión Comercial y Marketing por ESIC, Máster en Psicoterapia en tiempo limitado del IEPTL (Instituto Europeo de Psicoterapia en Tiempo Limitado), Certificado en Coaching por la Escuela Tavistock, Certificado en Coaching por la CTA, Certificado en Coaching por la International Coaching University y Certificado en Firewalking por el Firewalking Institute of Research and Education. Asimismo, es divulgador del mundo de la neurociencia con el propósito de dar a conocer cómo funciona nuestro cerebro y aprovechar dicho conocimiento en el desarrollo personal y de la organización en estrecha colaboración con la Academia de Neurociencia y Educación. Escribió el libro Coaching Inteligente: Método A.C.C.I.O.N. de la editorial ESIC.

Para conocer más sobre Francisco Javier González Galán: